En la calle de D. Filiberto se encuentra uno de los edificios más cargados de leyenda de la ciudad: La Casa de las campanas, hoy sede pontevedresa del rectorado de la universidad.
Considerada como la construcción civil más antigua y mejor conservada de toda la ciudad, la Casa de las campanas conserva la fachada del siglo XV con dos arcos conopiales de entrada así como los vanos originales y algunas labras heráldicas. Pero eso es arquitectura. Para la leyenda es un edificio civil misterioso con un campanario, unido al recuerdo del tesoro del capitán del "Burla negra", el pirata del barrio marinero de A moureira, Benito Soto.
De este marino que hizo suya la máxima “los muertos no hablan”, se cuenta que después de sus correrías por Cabo verde, Azores o Canarias volvió a su tierra y antes de ser ajusticiado por los ingleses en 1830, dejando entre las paredes de esta casa una gran fortuna.